En la recta final del embarazo, tan pronto te sientes ilusionada preparando la canastilla como aterrorizada preguntándote si serás capaz de hacerlo bien, cómo amamantar a tu bebé, si te subirá la leche, si se agarrará bien, si tendré mastitis durante la lactancia...
Nosotros vamos a darte una serie de orientaciones que pueden ayudarte a llegar mejor preparada a ese momento, pero es muy importante que no te agobies ni te obsesiones con el tema de la lactancia materna antes de tiempo. Cuando llegue el momento, si hay dificultades, las matronas pueden aconsejarte sobre lo mejor para tu bebé y para ti.
¿Cuándo empiezo a darle el pecho?
Cuánto antes mejor, sin ninguna duda. Durante la primera hora de vida la mayoría de bebés están preparados para mamar y además, su instinto de succión es muy intenso. Recuerda que la lactancia materna tiene muchos beneficios, tanto para ti como para tu pequeño tesoro.
¿Cómo coloco a mi bebé para que coja bien el pecho?
Debes encontrar una postura en la que tanto el bebé como tú estéis cómodos, pero siempre controlando la posición de su boca. Acércale tu pezón a sus labios o a la nariz y espera a que abra mucho la boca, como cuando bosteza. Tanto la barbilla como la nariz de tu hijo deben estar en contacto con tu pecho y su boca debe abarcar todo el pezón y cubrir parte de la areola. Observa su labio inferior, si está un poco volteado, su boca está bien colocada. Y es que debes evitar que el bebé succione solo los pezones, sin abarcar la areola, porque podrían agrietarse y hacer la lactancia bastante dolorosa.
¿Cuánto debe durar cada toma?
Lo que tu bebé necesite. Ofrécele primero un pecho hasta que lo suelte ya que así te aseguras que toma la leche que se produce al final de la toma, que es rica en grasa y calorías lo que le hará sentirse “lleno”. Después ofrécele el otro pecho. Unas veces lo cogerá y otras no, no te preocupes, tu bebé sabe perfectamente si ya ha tomado suficiente leche o no.
¿Debo darle el pecho cada vez que lo pida?
Sí, siempre. Es así como funciona la lactancia a demanda. Las primeras semanas te pasarás gran parte del día amamantando a tu hijo. Un recién nacido suele mamar entre 8 y 12 veces al día. No seas tú quién marque cuando toca cada toma, ofrécele el pecho siempre que lo busque o cuando llore. A veces no necesita comer, solo calmarse y sentirse seguro y esto lo consigue en brazos y mamando. Ten en cuenta que cuanto más a menudo mama, más leche produces.
¿Cómo sé si ha tomado la cantidad suficiente de leche?
Respeta el ritmo de tu bebé y sus necesidades. Deja que sea él quien decida cuándo y cuánto mamar. No obstante, si ves que nunca se queda saciado y tras las tomas se muestra irritable en lugar de calmado, que apenas moja los pañales o que no coge peso suficiente consulta con el pediatra.
Chupete, ¿sí o no?
Se recomienda evitar el uso de chupetes hasta que la lactancia esté bien establecida. Lo ideal es que tu bebé primero aprenda a mamar antes que a succionar el chupete o la tetina de un biberón porque podrían dificultar la lactancia materna.
¿Hasta qué edad debo darle el pecho?
La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia exclusiva durante los primeros 6 meses de vida. A partir de ese momento se puede continuar amamantando a tu bebé a la vez que se introducen nuevos alimentos en su dieta. Por tanto, el momento lo marcas tú, en función de tus circunstancias personales como, por ejemplo, el hecho de mantener la lactancia al volver al trabajo, la dificultad para conciliar, las preferencias de tu bebé, el apoyo de tu entorno, etcétera.
¿Puedo alternar biberones y pecho?
Recuerda que cuanto más mama tu bebé, más leche produces así que si es posible evita los biberones de ayuda ya que algunos bebés suelen perder el interés por mamar porque con los biberones obtienen la leche más fácilmente, con menos esfuerzo.
Hay cientos de consejos, pautas y trucos para amamantar a tu bebé “con éxito”. Así que puedes leer libros y revistas, pero al final, ten en cuenta que lo más importante es el sentido común y lo que te aconseje el pediatra.